¿Cómo se limpian las joyas de oro blanco?


¿Cómo se limpian las joyas de oro blanco?

Cuando lucimos nuestras joyas, queremos darle un toque especial a nuestro look aportándoles ese toque distintivo que lo hace nuestro y por tanto, único y diferente. Pero para lograrlo, es necesario que nuestras joyas brillen siempre como el primer día.

El oro blanco, como cualquier otro metal usado en joyería, con el paso del tiempo se ensucia, puede rayarse y perder su brillo natural. En este blog te vamos a dar la clave para que sepas cómo limpiar joyas de oro, con qué limpiar el oro y los cuidados necesarios para que siempre luzcan como si fueran recién compradas.

 

¿Qué es en realidad el oro blanco?

Antes de hablar sobre cómo limpiar oro blanco, es necesario conocer qué es el oro blanco en sí para entender el cuidado que ha de tenerse a la hora de su limpieza.

El oro blanco es una aleación de metales. Es decir, la combinación de diferentes metales que conforman un producto homogéneo que da como resultado el oro blanco. Entre estos metales encontramos oro amarillo y otros metales blancos como la plata, el paladio o el níquel. La calidad de la joya dependerá del porcentaje de oro amarillo que posea. De manera que si contiene un 75% de oro puro, será de 18 quilates, pudiendo reducirse su porcentaje al 59% de la totalidad de aleación, dando resultado a una joya de oro blanco de 14 quilates.

Las diferentes combinaciones de metales propiciarán la creación de unas u otras joyas. De manera que la aleación con mayor cantidad de níquel será apropiada para la creación de anillos y dijes gracias a la dureza y resistencia que aporta. Mientras que las aleaciones de oro con paladio y otros metales más blandos y maleables serán más adecuados para engarzar en las joyas piedras preciosas.

Pueden encontrarse también joyas de oro blanco y platino, utilizado este último para aportar dureza, brillo y calidad a la joya, sin embargo, encarece significativamente el producto, por lo que en su lugar, suele recubrirse la pieza de rodio para lograr el efecto espejo deseado en el acabado y abaratar el coste.

 

Como limpiar joyas de oro

 

¿Cómo limpiar el oro blanco en casa?

El uso diario, los factores externos y el desgaste por el paso del tiempo hacen que nuestras joyas dejen de lucir como el primer día, pero en la mayoría de los casos, sabiendo cómo limpiar el oro, no tendrás que recurrir a joyerías o tiendas especializadas para recuperar su vistosidad.

Por lo general, para saber cómo se limpia el oro, tan solo necesitas conocer unos sencillos trucos. Pero antes de proceder a la limpieza asegúrate del material del que está compuesto tu joya para no dañarla.

Uno de los recursos más habituales para saber cómo limpiar las cadena de oro y en general, para la limpieza de cualquier joya, es el jabón. Preferiblemente el quitagrasas que utilizamos para limpiar la vajilla, porque eliminará la suciedad acumulada sin dañar la superficie.

Para ello, llenaremos de agua un pequeño recipiente en el que añadiremos jabón, procurando hacer bastante espuma. Sumergiremos la pieza durante diez minutos y al sacarla aún húmeda, aplicaremos un poco de bicarbonato de sodio suavemente sin ejercer en la joya demasiada presión para evitar dañar la delicada cobertura del rodio.

Para terminar, aclara con abundante agua y seca la pieza con un paño suave, tratando de eliminar toda la humedad.

Evita utilizar este modo de limpieza en el caso de que la joya tenga esmeraldas, corales u otro tipo de piedras preciosas, ya que podría alterar el brillo de estas.

Para saber cómo limpiar anillos de oro, recomendamos utilizar vinagre o limón. Pero este tipo de limpieza debe realizarse tan solo en piezas que sean de oro blanco que contengan una espesa cobertura de rodio de gran grosor.

En este caso, podremos llenar un vasito con vinagre para cubrir el anillo y dejar reposar durante diez minutos. Después, sacaremos la joya, la lavaremos con abundante agua, la secaremos con cuidado y obtendremos el brillo del primer día.

En el caso del limón, se recomienda dejar la pieza en reposo en un vaso durante quince minutos, cubierto por agua mineral. Mientras tanto, con el jugo de un limón y un poco de bicarbonato de sodio, prepararemos un ungüento que aplicaremos estando aún húmeda, frotando suavemente en la joya directamente. Terminaremos enjuagando con agua abundante y la secaremos con un paño suave.

En la actualidad, existen un montón de productos certificados y aprobados con sus explicaciones para saber cómo limpiar el oro ennegrecido. No obstante, en casa fácilmente podrás lograr el brillo de perla para tus joyas usando tan solo un dentífrico.

Este método es ideal para superficies lisas y pulidas, aunque no lo recomendamos para joyas llenas de detalles y recovecos.

Para poder limpiar la pieza, aplicaremos directamente la pasta de dientes utilizando un cepillo de dientes que tenga las cedras muy suaves para evitar dañar la superficie de la joya. Frotaremos cuidadosamente y después aclararemos con abundante agua eliminando en su totalidad la pasta, para terminar secándola con un paño suave.

Después de esta limpieza en profundidad, podríamos buscar el efecto blanqueador de nuestra joya tan solo con sumergirla en huevo batido durante dos minutos. Tras hacerlo, volveremos a aclarar con agua nuestra pieza y la secaremos cuidadosamente. Con ello conseguiremos un brillo inigualable y excepcional como si lo acabáramos de comprar.

 

Como limpiar el oro

 

Cuidados básicos para nuestras joyas de oro blanco

Lo más habitual es que para dar brillo a la pieza de oro blanco se galvanice con una capa de rodio. Sin embargo, esta capa externa con el uso acaba rayándose, permitiendo el acceso de los factores externos como la sudoración, la contaminación… Dando lugar al proceso de oxidación. Por este motivo, tenemos para ti una serie de recomendaciones para su cuidado.

En primer lugar, evita llevar puestas tus joyas de oro blanco cuando vayas a utilizar detergentes abrasivos como lejía, amoniaco o cloros que puedan deteriorar tu joya. Por el mismo motivo, evita bañarte con ellas en la piscina o incluso en el mar, ya que la sal del agua puede ser un agente corrosivo para tu joya.

Por último, procura guardar tus joyas dentro de un joyero para protegerlas de los factores externos como por ejemplo la humedad. Al hacerlo, ten en cuenta la composición de las joyas en función de su material, de manera que evites juntar tus piezas de oro con las de plata. Ya que el contacto directo del oro con otros metales podría oscurecer el color de la pieza en su superficie tan solo con estar en contacto.

Aún con todos estos cuidados, puede que a causa del uso diario de tus joyas, la sudoración de la piel, el ph de la piel en cuestión u otros factores externos, den un aspecto envejecido a tu joya al hacer que poco a poco desaparezca la capa de rodio que pudiera tener la pieza. En este caso, no te preocupes porque no todo está perdido. Siempre podrías recuperar el brillo original llevando tu joya a una joyería para que cubran de rodio nuevamente el oro blanco de tu pieza.

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Publicado en 01/06/2021 por Joyería Taffeit Consejos útiles y sugerencias 0 13492

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